así que sus dueños decidieron llevarlo al veterinario a ver que ocurría, el perro es un golden retriever de nombre Wesley.
Resulta que el cachorro estaba sano pero a su corta edad le salieron de manera apresurada unos dientes que eran muy grandes, estaban torcidos y no lo dejaban cerrar su mandíbula, por lo tanto eso le causaba dolor al pobre Wesley.
Entonces al saber la razón Moly su dueña lo llevo a la clínica veterinaria del Dr Jim Moore donde colocan ortodoncia para perros solo si ellos sienten dolor o no pueden cerrar la mandíbula, no por fines estéticos.
El aparato fue instalado con el cachorro bajo los efectos de la anestesia y todo salio muy bien, deben ser revisados y ajustados si es necesario varias veces en el corto periodo de funcionamiento, ahora el pequeño Wesley juega y es feliz, ya no sufre de dolor y puede comer normalmente.
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